El Comité de Ética de la FIFA ha citado el domingo a Bin Hamman, candidato a la presidencia del organismo, para que se defienda de las acusaciones de intentar sobornar a los miembros caribeños de la CONCACAF y obtener a cambio los 25 votos de sus representantes en las elecciones del miércoles, en las que debería competir con Blatter. Si le encuentran culpable será inhabilitado con efecto inmediato y no podrá concurrir a los comicios, con lo que Blatter sería reelegido para su cuarto mandato.
El secretario general de la Confederación de Norte, Centroamérica y Caribe (que suma 35 federaciones, 25 de ellas caribeñas), Chuck Blazer, acusó a Bin Hamman y a su propio jefe y presidente, Jack Warner, de un intento de soborno a los miembros caribeños de la CONCACAF en una reunión mantenida el pasado 11 de mayo en Trinidad. El candidato catarí a la presidencia de la FIFA no pudo ir una semana antes al congreso de las federaciones americanas en Miami. Se le prohibió la entrada en Estados Unidos por no llevar visado su pasaporte diplomático. Blatter sí estuvo en ese congreso, en el que pidió el voto.
Junto a Bin Hamman y Warner también están imputados otros dos dirigentes de la Unión Caribeña de Fútbol, Debbie Minguell y Jason Sylvester.
Bin Hamman fue uno de los pilares del éxito de Catar, país que organizará el Mundial 2022. Blatter ha dicho que, si es reelegido y hay "pruebas" de corrupción en la elección de la sede, se replanteará poner en marcha un nuevo concurso de candidaturas y repetir las votaciones. Bin Hamman niega todas las acusaciones.
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